Caudales estimados durante el pico ocurrido entre los días 12 y 18 de Febrero del 2012:
De acuerdo a un análisis de los aforos reales efectuados en Misión La Paz durante el período Octubre 2011-Febrero 2012, podemos decir los siguiente:
1. Análisis: se hizo un gráfico de dispersión de puntos de 18 aforos realizados en el período, con valores de altura variables entre 3,15 m y 5,11 m, y caudales respectivos de 120,611 m3/s y 1010 m3/s. Se trazó la línea de tendencia, mediante el cálculo de una ecuación lineal, que es la que mejor se ajustó a la dispersión hallada. La ecuación resultante se aplicó a los valores de altura, con caudales conocidos y no conocidos. El error respecto a los conocidos es razonable, de acuerdo a la dispersión general de valores.
2. Resultado: El caudal máximo estimado para el pico instantáneo de 6,67 m del día 13 a las 8 horas, fue aproximadamente de 1.865 m3/s.
3. Comentario: se trata de un caudal inferior a los caudales máximos de otras crecientes, y se halla en torno a la media de caudales anuales del período de crecientes. La característica del presente evento es que ha mantenido caudales altos (por encima de los 1.000 m3/s) durante siete días seguidos. Esto se traduce en el ingreso de un volumen importante de agua en poco tiempo y en forma sostenida; lo cual se evidencia en la situación crítica que están viviendo los pobladores cercanos al cauce en Paraguay.
Tomando en cuenta estas estimaciones (aclaramos que son sólo ESTIMACIONES), podemos concluir que el derrame en los siete días de la última creciente fue de aproximadamente 887 Hm3, lo que representa un 14 % del derrame total estimado para el período Agosto 2009-Julio 2010, cuyos parámetros de alturas son similares a la actual, pero con una distribución diferente en el año.
Las notas periodísticas de Formosa indicaron caudales instantáneos superiores para el momento del pico; pero desconocemos las fuentes de las estimaciones realizadas.
Las organizaciones de la sociedad civil comprometidas con la gestión de la cuenca del Pilcomayo, junto a los pueblos indígenas y las poblaciones criollas, asociados a otras organizaciones cooperantes en el proceso de gestión del territorio y el ambiente, han desarrollado un modelo de monitoreo participativo de la cuenca del río Pilcomayo. Sus resultados expresan la mirada local sobre las problemáticas del territorio.
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