viernes, 6 de mayo de 2016

La pesca comercial en el Pilcomayo, ¿una infamia o un símbolo de identidad?

Nuevamente, como todos los años, al comenzar la temporada de pesca hay mucho ruido en el Pilcomayo. De Bolivia se comienzan a interesar seriamente por el control de la extracción y venta de peces; pues es notorio que los cardúmenes son cada vez más pequeños (indicador crítico de la merma faunística de la cuenca). En Argentina los pescadores están ansiosos por vender a toda costa a los camiones bolivianos y en Paraguay a nadie le importa mucho; así que si los camiones tienen que entrar en su territorio para comprarles a los pescadores salteños, en buena hora; ya que unas “propinas” no les vienen mal a las autoridades locales.

Esto de la pesca es un cuento de nunca acabar; y como cuento, les voy a contar uno.

Los pescadores del Pilcomayo de Salta (me voy a limitar a este sector para que el cuento no sea tan largo), como todos saben, pescaban para comer lo que el río les ofrecía. Por eso nunca había que rechazar la oferta: cuando el río trae peces, hay que pescarlos; y el sábalo, siendo el más abundante, se tornaba en el preferido para las artes culinarias corrientes; mientras que el dorado era para comidas especiales (recordemos que fue el pez por cuyo motivo se generó el gran caos y se formó el río). El surubí, por su parte (además de sabroso) implicaba artes de pesca cuyo buen ejercicio servía para medir las fuerzas de los líderes de pesca (incluso como iniciación a esta carrera).

Este concepto, “cuando el río trae peces no hay que negarse a sacarlos”, es porque si no se hace así, el dueño se enoja y al año siguiente no habrá más.

Aunque desdibujada, la idea sigue vigente. Pero también se han puesto en vigencia otras cosas, como capas de cebolla que se superponen y conviven entre si para conformar la identidad de ese bulbo. La comercialización masiva de la pesca que se inicia en los últimos treinta años del siglo XX,;transformó un alimento generador de vida (no me gusta hablar de “subsistencia”, pues aunque el término no es incorrecto, sus connotaciones sociales hoy son peyorativas) en mercancía. Símbolo y sujeto cultural transfigurados en objeto de intercambio. Mercancía que sirve para acceder a otros objetos de intercambio, que no eran necesarios antes y que ahora hacen a la identidad y categorización de las personas; operando más en el orden de los simbólico que en el de lo necesario. Mercancías que se tornan en imprescindibles para llegar a “ser personas aceptables”. Por ejemplo, se vende el sábalo para comprar una lata de sardinas (si, tal cual), galletitas y fideos o yerba. Eso fortalece la identidad del pescador frente a los demás, especialmente a los que no son como él y comen esas cosas. Es una manera de entrar en la categoría de los que tienen casas, de los que tienen motos, de los que gastan en ropas inútiles, toman cerveza en lata, ganan una rifa, riegan el pasto de su jardín, o lavan el auto el sábado… es una manera de entrar en la categoría de quienes se dicen personas, en contraste a los “indios de mierda” que huelen mal a pescado la mitad del año (disculpen la dureza, pero es así como piensan los no-pescadores urbanos o urbanizados mentalmente). Opera simbólicamente como trampolín para salir de lo que alguien inventó como “pobreza”.

Y aquí entra otra capa de la cebolla, que convive con las demás y otorga identidad a “la cosa”: el que inventó la pobreza en este río tan rico y abundante.

A alguien se le ocurrió que los pescadores tienen que trabajar denodadamente día y noche, porque son pobres y no pueden acceder a los “bienes de consumo”. Ese alguien, sin dudas, es el que vende los “bienes” de consumo; que en fin, se tornan en “males” cuando vamos a evaluar el impacto que provoca la pesca desmedida para ser vendida a precios infames, moneda que termina en los bolsillos de los comerciantes. Y si, es así; finalmente son los comerciantes los que instigan de maneras diversas y muy ingeniosas (sino, miren las propagandas televisivas de todo lo inútil que se vende y se transforma en necesario y hasta imprescindible para vivir) a que se desmadren todos los mecanismos culturales y legales que podrían regular la pesca. Los comerciantes locales y los que los proveen desde Tartagal, están ávidos por la llegada de estos días tan abundantes (para ellos) de intercambios comerciales. Intercambios; ja… que risa. Ventas infames nuevamente, en donde los precios de las cosas aumentan de manera irracional y se vende lo más inútil que a uno se le pueda ocurrir, convenciendo al pescador o a la señora del pescador) de que eso es imprescindible para llegar a ser persona y dejar de ser pobre o “indio de mierda”.

Al fin, el pescador sigue siendo el mismo “pobre” de siempre, pero come sardinas en lata; con una bicicleta, una motito o unas “Nike”, que termina vendiendo dentro de seis meses a precios irrisorios, a los mismos comerciantes o los parientes del comerciante, cuando se acaba la fiesta de la venta de pescados y empieza el nuevo “lup” (tiempo de carestía de los Wichi).

Cuando los mecanismos de control de Fauna de Salta se ponen estrictos, la desesperación del pescador por llegar a ser “alguien” y la de los comerciantes por vender lo útil para ese propósito y lo inútil para vivir, llega a límites inconcebibles por alguien ajeno a esta realidad. Quiero recordar acá, brevemente, que este año la Subsecretaría del Ambiente de Salta resolvió la veda total de pesca en toda la cuenca del Pilcomayo. Esto significa que las autoridades deben controlar que no se pesque del lado salteño (de paso, ¿cómo saben por donde pasa el límite en el lecho del río, si es que el río todavía es el límite?). Esta presión, junto con el control que desde Villamontes se ejerce sobre el paso de camiones ilegales al río frente a las costas salteñas, llevó a que un movimiento de pescadores de la zona de Misión la Paz amenazaran con “cerrar el río con alambre para que no pasen los peces”. Lo que parece insólito, era una práctica muy antigua de manejo de la pesca, que llevó a enfrentamientos entre pueblos pescadores. Así es como devino en guerra la aplicación de estas artes de pesca, cuando la gente de Tofai (Nivaclé) cerró con palos el río y no dejó que suban los peces a la zona de Tigre (Toba); de la misma manera, Lamú (Lhokotás) atacó a la gente de Tigre (Toba) cuando hicieron lo propio en otra temporada. Aún hoy, cuando los peces tardan en llegar, algún pescador se pregunta ¿dónde y quién estará cortando el río allá abajo? Así, la Ruta 28 pasó a formar parte del universo mítico de los pescadores bolivianos. Cerrar el río no es nuevo. Sin embargo, la anécdota desnuda otra realidad. Los pescadores de Salta saben que, más allá de toda preocupación por la depredación del sábalo; algo que opera ocultamente, entre las capas de la cebolla que estamos cocinando, es la necesidad de proteger la llegada de los peces hasta Villamontes; porque, si eso no ocurre, el caos social y político se tornará en incontrolable.

No falta, sin dudas, otra capa, de las más nuevas, que converge para ir formando el tallo en cebolla. El descontrol absoluto que representa la presencia de camiones de dudosa legalidad del “otro lado del río” y la ida y venida de pescadores llevando y trayendo, favorece el paso de mercancías de otro tipo; que van recorriendo el chaco mediante mecanismos diversos y llegan a manos de los mercaderes urbanos. Formas de transportar de maneras menos voluminosas lo mismo que recorre los cielos en avionetas o las rutas en camiones cisternas y hacen a las variadas vías del narcotráfico entre Bolivia y Rosario (Argentina); para, desde ahí, salir a todas partes del mundo a través de los puertos sojeros. El pescador se torna en otro instrumento de este festival del folclore de la droga a través del chaco. Así, la “changa” del pescador lo muta en pequeño traficante de un gran comercio (cuyos alcances probablemente desconoce) con lo cual incrementa moderadamente los infames precios que le pagan por cada sábalo. Al fin, el que se arriesga es el pescador, a favor de aumentar su capacidad de consumo en los mismos comercios que le pagaron por esa “changa”. La explotación alimenta la explotación.

Cuanto mayor es el caos, mayor y más diverso es el enriquecimiento mediatizado por la depredación del río.

Críticamente, “nadie entiende cómo esta gente no progresa con todas las oportunidades que tienen...”. Los organismos de cooperación internacional se devanan los sesos para entender por qué su cooperación “no saca de la pobreza a esta gente”, los organismos del Estado invierten en subsidios y proyectos alternativos para ver si “solucionan el problema de los NBI en la región”… y así van las cosas. Mientras un comerciante local de Misión la Paz o uno de los grandes de Tartagal, embolsillan (proporcionalmente de maneras diferentes) el producto de la depredación del río; la gente de Fauna de Salta debate hasta dónde la pesca es de subsistencia y debe permitirse, hasta dónde es un derecho propio d ellos pueblos pescadores y dónde comienza la pesca comercial. ¿Es el número de peces extraídos del río el límite? ¿o será la hipocresía del capitalismo liberal que no encuentra límites al enriquecimiento sin importar lo que se acaba ni dejar de pensar en el sujeto pescador como objeto consumidor o instrumento de tráfico?

La transformación de la pesca opera, también (y no está de más recordarlo), como un mecanismo que destruye y desestructura el orden social de las comunidades pescadoras; evidenciando una forma más de colonización y sometimiento en tiempos actuales. Pero este es otro cuento...

martes, 1 de septiembre de 2015

ERRATA CAUDALES de ingreso a Argentina y Paraguay.

En la imagen que comentamos ayer, indicamos que los caudales estimados rondaban en los 40 a 45 m3/s. Esto es un error involuntario. El día 28 el caudal en Misión la Paz era de alrededor de 25 m3/s. Dicho caudal se mantiene desde el día 21; siendo el caudal regular del mes alrededor de los 30 a 35 m3/s.

Esto significa que a Paraguay está ingresando un caudal inferior a 5 m3/s; de acuerdo a lo que se puede apreciar en las imágenes, comparado con las fotos que ya compartimos de la obra de ingreso (http://monitoreopilcomayo.blogspot.com.ar/2015/08/estado-de-desecamiento-del-canal-de.html y ver http://www.abc.com.py/nacionales/culmino-verificacion-del-canal-pilcomayo-1401723.html).

Situación del Niño y riesgos de inundaciones para el período de crecientes 2015-2016

De acuerdo al último informe del CIIFEN,la situación (en resumen) del fenómeno es la siguiente:

 desde agosto de 2015, los indicadores oceánicos y atmosféricos en el Pacífico tropical corresponden a un episodio de El Niño de intensidad fuerte;

 la mayoría de los modelos estudiados y la opinión de los expertos sugieren que El Niño se intensificará todavía más durante la segunda mitad de 2015;

 la intensidad máxima de este episodio de El Niño, que se prevé que se alcance entre octubre de 2015 y enero de 2016, podría hacer que se convirtiera en uno de los cuatro episodios más fuertes de El Niño desde 1950 (1972/1973, 1982/1983, 1997/1998).

 los impactos de este episodio de El Niño ya se hacen sentir en algunas regiones y serán más patentes por lo menos durante los próximos 4 a 8 meses;

 los episodios de El Niño tienden a disminuir su intensidad y posteriormente se disipan a lo largo de los seis primeros meses del año siguiente a su aparición. Cabe señalar que, en algunas regiones, todavía se espera que los impactos se hagan sentir durante la fase de disipación.

Para la región del Pilcomayo, es importante destacar que las grandes crecientes desde 1950, ocurrieron en 1973, 1983 y 1998; siendo la de 1983 la más impactante sobre todo el sistema (retroceso del río de más de 40 km y formación del bañado en el NO del Departamento Ramón Lista, de Formosa).

Frente a estas circunstancias, deberán preverse todas las medidas posibles de alerta a la población, una vez que comiencen las crecientes de Diciembre.  Asimismo, urge la implementación de obras de protección en las zonas más vulnerables del área comprendida entre María Cristina (Dto. Ramón Lista, Formosa) y La Rinconada (Dto. Bermejo, Formosa).

Fuente: http://www.ciifen.org/images/stories/EL_Nio_La_Nia/EL-NINO-LA-NINA-AUGUST-2015-151634_es.pdf

lunes, 31 de agosto de 2015

PREVISIONES DE RIESGO PARA PARAGUAY Y ARGENTINA

Un análisis de una imagen 229-076 del LANDSAT 8, correspondiente a la zona del Pilcomayo entre Pozo Hondo-Misión la Paz y aguas abajo de la Rinconada, de fecha 28 de Agosto del 2015, comparado con imágenes anteriores, del período de creciente de este año, nos permite prever algunas situaciones de riesgo.

De lo que se ve en esta imagen, se deduce que el agua que ingresa a Paraguay lo hace muy lentamente, con dificultad creciente a medida que avanza, debido a los niveles altos de colmatación de la Cañada Lamadrid.  Acualmente el agua está a la altura de Mistolar (un poco aguas arriba), por dicha cañada.  Sin embargo, se observa una creciente dificultad para su paso, que se manifiesta en el hecho de que el poco caudal que se traslada, se abre en varios caucecitos muy débiles, con riesgos claros de evaporación o absorción.  El caudal del río en la boca del Pantalón es aproximadamente inferior a los 45 m3/s.  Viendo las fotos que enviara Moisés Fernández hace un tiempo atrás (ver último informe del Blog Monitoreo Pilcomayo, http://monitoreopilcomayo.blogspot.com.ar/2015/08/estado-de-desecamiento-del-canal-de.html), se puede suponer que a Paraguay está ingresando entre 5 a 10 m3/s (más cerca de 5 que de 10).  La previsión para la primavera es que disminuya este caudal.

En cuanto al sector argentino, una comparación de la imagen en la zona de Pescado Negro (Patillo) y La Rinconada, con imágenes anteriores, durante el período de creciente; hace prever para la próxima creciente, una situación muy crítica que llevará a un aumento creciente de la vulnerabilidad de las poblaciones tobas entre Algodón, San José, Churcal hasta La Rinconada; poniendo a riesgo todas las poblaciones que se encuentra en la costa del bañado.  Esto se debe a que en las crecientes de 2014 y 2015 se han transportado y acumulado muchos sedimentos sobre la costa.  Al estar todavía muy alto el sector central y Norte del bañado, toda el agua se desplaza hacia la zona poblada, al Sur.  Durante la creciente (que se estima importante, ya que la mayor parte del agua ingresará hacia Argentina) existen altas probabilidades de que las poblaciones tobas se inunden completamente; incluyendo La Rinconada, que inicialmente quedará aislada.

Es urgente tomar medidas precautorias, tanto para la inminente sequía que padecerá la región de los bañados de Paraguay; como para la muy probable situación de inundación que impactará sobre las poblaciones tobas de Sombrero Negro (desde Algodón hasta Rinconada), afectando a una población aproximada de dos mil personas.

viernes, 21 de agosto de 2015

Estado de desecamiento del canal de ingreso a Paraguay

En la imagen satelital del sensor LANDSAT ETM 7, del día 4 de Agosto (última sin nubes), se puede observar el avance de un angosto caudal de agua que está llegando hasta aproximadamente el Km 23 de canalización (aguas abajo del paraje Tucumancito, de Viterman Carán).

Imagen Landsat ETM 7 Banda 5, del día 4 de Agosto de 2015
Gentileza Luis María de la Cruz

Los caudales medios de este mes oscilan alrededor de los 30 a 35 m3/s en la estación de aforo de Misión la Paz (Pozo Hondo) y la mayor parte del agua se deriva en la zona de El Pantalón, hacia Argentina. La boca de El Pantalón, actualmente se encuentra a aproximadamente 70 Km de recorrido del río (45 Km en línea recta) de la estación de aforos citada. Estos caudales se encuentran en el orden de lo normal para la época del año. Cabe señalar que las oscilaciones normales de fin del invierno-comienzo de primavera están entre los 12 a 60 m3/s. Estos caudales son insatisfactorios para lograr un reparto equitativo en la zona de distribución. A este fenómeno, se le agregan los altos niveles de colmatación del río entre la boca argentina y la boca paraguaya (1.200 metros); además de la colmatación en partes del canal paraguayo.

Situación del río colmatado hacia Paraguay el día 3 de Junio de 2015
(Se ve a la derecha el ingreso hacia Argentina).
Foto gentileza Edgar Torres


Apertura en el cauce colmatado realizada en Julio por Paraguay
para asegurar el ingreso de un caudal básico.
Foto gentileza Moisés Fernández

ÉPOCA ALTA DE SÁBALO EN EL PILCOMAYO, ALGUNOS MIDEN MÁS DE 50 cm

Fuente: NATIVA, EL CHAJA, No. 46 (Agosto 2015)

Luego de 15 años los weenahayek son testigos de cardúmenes esperanzadores para las poblaciones indígenas

“Es más que otros años. Creo que la imagen va a decir todo, estamos viendo peces que en los años 70’s, 80’s salían tan grandes, tan hermosos. Hace 10 o 15 años no hemos visto estos peces ”

Con esas palabras nos daba la bienvenida Francisco Nazario presidente de pescadores del pueblo indígena weenhayek en su domicilio a la orilla del Pilcomayo cerca al puente Ustarez, lugar donde nos brindó un poco de tiempo para una pequeña charla con El Chajá.

El Chajá fue testigo de peces con un tamaño mayor a los 50 cm y que fueron capturados por el propio Francisco la noche anterior. De acuerdo a su relato toda la población weenhayek les habría tomado de sorpresa el tamaño de los peces que desde inicios de mayo surcan su camino aguas arriba del Pilcomayo para desovar.

Pese al poco movimiento en la extracción de pescado a diferencia de otros años, llama la atención el tamaño de la especie más de 50 centímetros alienta a pensar que la especie puede mejorar en crecimiento los próximos años.

“Había dos cardúmenes, el primer cardumen ha pasado cuando el clima estaba más o menos bien. Estos peces son peces migrantes que vienen de parte argentina tienen que terminar aquí porque vienen a desovar y estamos viendo que son peces muy grandes. El segundo cardumen llegó cuando vino el frio y ha pillado por el lado de Dormini [D'Orbrigny], Esmeralda, Ibibobo y empezó a emigrar muy despacio, y en eso nosotros estábamos esperanzados pero gracias a Dios está llegando pero no como debe llegar por el clima. Calculamos que hasta septiembre va haber pescado” señala Francisco.

Por su parte don Francisco agrega que como pueblo indígena ellos intentan entender el comportamiento del sábalo.

“Nosotros estamos viendo en esto años qué pasa con el sábalo, estamos tratando de sacar nuestras propias conclusiones y nuestra propias estadísticas y poder saber cuáles son las causas de la problemática de los peces”.

Así también recuerda aquellos tiempos cuando no existía la ruta 28 en la república de la Argentina.

“Antes que haya la ruta 28 era una pesca tranquila, una pesca normal. Tratábamos de ver los pescados más grandes. En el transcurso que empezaron a hacer la ruta a empezado a haber menos cardumen. En el transcurso de estos últimos años ha salido mejor el cardumen ”, añade.


Francisco Nazario mostrando su mejor ejemplar de 54 cm que
pescó la noche anterior a la entrevista
Foto de Martiza Donaire, para Nativa

MONITOREO E INGRESO ECONÓMICO

El máximo dirigente de los pescadores weenhayek hace referencia al trabajo que realizan los pescadores que llegan de otras regiones de Bolivia manifestando la importancia de monitorear y verificar los tamaños de los peces extraídos del río y que sacan tanto para el consumo local como para el mercado nacional.

“Nosotros como concesionarios de las 62 concesiones somos muy cuidadosos, más que todo nosotros como concesionarios del pueblo weenhayek. Los inmigrantes que han venido no son concesionarios. Esa gente pescan para ellos, tienen su propio arte de pesca, sus redes son polleras y lo hacen a su manera pillan pescado grande y chico”.

Para la autoridad indígena el cumplimiento de las normas deberían ser para todos , las gobernaciones departamentales como regionales exigen el cumplimiento del tamaño que no debe ser menor a los 35 cm de la cabeza a la horquilla.

“Tratamos de no dejarlo una hora o dos horas en lo seco. Hay que sacarlo inmediatamente de la malla y tirarlo al río para que siga emigrando, esperanzado que para año esos pescados tengan un crecimiento y tamaño para el consumo y venta”, añade.

Esta época representa la más importante para las poblaciones weenhayek, ya que los resultados que genere este movimiento económico sustentará económicamente los próximos 8 meses a las familias indígenas. Si hay buena pesca su estabilidad económica se mantiene y puede promover una ganancia, más al contrario representaría una inestabilidad y zozobra.

“Son dos cosas, uno es que el ingreso no se puede cuantificar, cuando hay un cardumen hay un buen ingreso pero también el precio del sábalo mucho baja”.

De acuerdo a sus declaraciones los precios oscilan entre Bs 2 o 3 independientemente del tamaño, traducido a dólares se habla de un promedio de 0,35 cbs de dólar.

“Son 2 bolivianos o 3 bolivianos el precio que compran las movilidades como los locales, no importa el tamaño si es grande o pequeño, por más grande que esté cuesta lo mismo” comenta.

BAÑADO LA ESTRELLA

Por otra parte también en el sector de bañado la estrella en Ruta 28 se puede observar una abundancia de alevines nadando contra corriente intentando superar la barrera de cemento.

“Debido a que se trata de alevines, la identificación de la especie no es tan evidente ya que sus características se pueden confundir. Pese a no tener una certeza en la especie el hecho de que haya abundante cantidad de alevines se vuelve a verificar la importancia de la zona Bañado La Estrella para la reproducción” señala Marcela Zamora, responsable de Conservación de Nativa y que evidenció este hecho en un viaje a la zona.

jueves, 4 de junio de 2015

Observaciones al proyecto de dique interceptor en la zona de Agropil

El Director de la Comisión Nacional del Pilcomayo, Ingeniero Daniel Garay, tuvo una reunión con los productores ganaderos criollos de la zona de AGROPIL, el 21 de Mayo pasado.  Les informó de dos proyectos que se ejecutarían próximamente.  El primero se refiere a la canalización de la Cañada Lamadrid Norte, aparentemente por pedido expreso de los ganaderos y estancieros ubicados aguas abajo de la región de Margariños.  El segundo, la construcción de un dique para controlar los sedimentos, que se construiría aprovechando los bajos de la zona de AGROPIL.  Como coronación de lo que para los presentes era una irracionalidad incomprensible, justificó las propuestas con el argumento de que ya no necesitarán tantas tierras para producir "lo poco que tienen" ("las pocas cabras", literalmente), porque van a traer proyectos de desarrollo, con ganadería intensiva y agricultura; todo esto asociado a un proceso en donde el INDERT (institución oficial encargada de las tierras en el Paraguay, muy reconocida por la poca transparencia de sus gestiones) aseguraría la titularidad de sus tierras.

Luego de esta reunión, se nos pidió una opinión respecto a estas propuestas.  Las observaciones que siguen se han realizado para responder a este pedido; en base a investigaciones en la cuenca media argentina, desarrolladas por Mabel Amarilla y Luis María de la Cruz, de manera independiente. El texto que sigue fue redactado por Luis María de la Cruz; siendo de su absoluta responsabilidad.

El Pilcomayo arrastra, en crecientes normales (la de este año fue inferior a lo normal), entre 130 y 160 millones de toneladas de tierra (sedimentos minerales) por año. De estas, entre 120 a 130 millones de toneladas de tierra representan el 90 % del arrastre total; ya que los finos en suspensión no se calculan para los procesos de depósito (datos SSRHN 1967-2003). Los depósitos dejado sin dique (o sea, con los sedimentos corriendo con el agua) en la zona de Potrillo (área de bañado con corredera natural, sin obras de canalización, un poco más arriba que Agropil) oscilaron (observaciones en Argentina, entre el 2000 y el 2005) en promedio entre 0,40 m y 0,60 m por año. El espesor promedio depositado en la zona del río se considera teóricamente en equilibrio (se deposita lo mismo que se arrastra); aunque no es así, sino sólo para el cálculo de corto plazo (la prueba está en que el mismo río se colmata a largo plazo). El espesor de los depósitos en zona de los canales y cañadas es de 0,30 m anual; promedio que debe considerarse en la evolución de los canales; ya que la fuerza de arrastre de fondo de los canales es mucho menor que en el cauce mismo del río. Este depósito anual es lo que se evidencia en las cañadas y correderas, que se colmatan cada tantos años, dependiendo de la combinación de la magnitud de la obra de drenaje y la capacidad de arrastre de fondo que toma el agua en creciente en ese tramo. En el caso de las cañadas naturales, las curvas que se forman por falta de pendiente, juegan en contra de la vida útil de la cañada; ya que al disminuir la velocidad en las curvas, los depósitos se aceleran. Lo mismo pasa cuando se forman curvas en los canales. Entre 2003 y 2010, frente a Potrillo (2003-2005 sin obras de canalización, 2006-2010 con obras de canalización), los perfiles que se hicieron demostraron que hubo una deposición de sedimentos del orden de los 0,35 m por año. O sea, que el suelo se elevó en siete años 2,45 m, habiendo cauce y sin barreras naturales o artificiales. Los resultados son más que evidentes en las transformaciones profundas que se observan a simple vista en la zona.

Junto con el arrastre de sedimentos minerales, se produce el arrastre de vegetación (palo bobos, troncos de sauces y otras maderas que caen de las barrancas). Este arrastre de vegetación produce grandes acumulaciones en las zonas de menor velocidad, incrementando la tendencia al taponamiento de los cauces, correderas, cañadas y áreas bañadas de paso del agua. Si bien no se los considera en los cálculos hidráulicos de sedimentación, son parte de la realidad del Pilcomayo que define sus características cambiantes sobre el territorio y la transformación de cauces en zonas totalmente colmatadas. Constituye uno de los factores primarios de atarquinamiento del río, cañadas y canales. La característica aleatoria del desarrollo de estos materiales no permite incluirlos en los modelos hidráulicos para la previsión del comportamiento del río.

Consideremos, con estos datos, el proyecto del dique interceptor en la zona de Agropil.

Suponiendo que el sistema funciona perfectamente (lo cual hoy ya no es así); debería ingresar el 50% de los volúmenes de agua y sedimentos a Paraguay. Prácticamente todo ese 50 % debería llegar a Agropil, pues debe canalizarse desde la Embocadura hasta ahí en este momento, para que el sistema funcione. Esto significa que el 50 % de los sedimentos transportados se encontrarían frente a una barrera que detiene su paso. Estamos hablando de aproximadamente 60 millones de toneladas. Esto representa entre 25 y 37 millones de metros cúbicos (dependiendo de la densidad media del sedimento que se transporta) por año que quedarán en el dique. El área de deposición de Agropil, si calculamos con el diseño del proyecto de la Comisión y un sector retrocedente hasta Pelícano o Tuscal viejo (puesto la Mora, 17 Km aproximadamente en línea recta, que es más que lo que se suele calcular como efecto de remanso), tenemos una superficie aproximada de un 125 millones de metros cuadrados. Con un muro de seis metros de altura máxima en la coronación (exagerando las posibilidades topográficas de la zona), aguas abajo, disminuyendo hacia aguas arriba según los niveles que de el terreno, y una profundidad natural promedio de 1,5 m ( media que está también exagerada), tendríamos una capacidad de retención hasta su colmatación de 187 millones de metros cúbicos. Esto significa que en cinco años se colmata formando un domo en la cuenca y facilitando el paso para Argentina de los sedimentos y el agua; además de inundar hacia el Norte en Paraguay. Claro que la hidráulica no es una ciencia exacta y el río no es matemáticas. Al empezar a colmatarse la parte baja y frenarse el agua de cada pico de creciente, el resto lo hará aceleradamente en mucho menos tiempo y los desbordes se producirán desde el primer año, principalmente hacia el Sur de la cola de remanso, en donde tiene mejores pendientes. Siguiendo el diseño del terraplén planteado por el MOPC, en el primer año muy probablemente el agua pasará hacia Argentina, inundando totalmente la localidad de Puerto Irigoyen y poniendo a riesgo la localidad de El Quebracho.

Imagen donde se puede apreciar el diseño del dique interceptor de AGROPIL

Con las cifras mencionadas, la idea de movilizar los sedimentos mediante maquinaria a otros sitios para incrementar la vida del dique, cae por su propio peso. No hay presupuesto que soporte tal magnitud de trabajo y en tan poco tiempo, pues para moverlos, hay que esperar que el suelo pueda pisarse con maquinaria; y eso ocurre recién para finales del Invierno o principios de Primavera. Considerando que un volquete medio carga entre 5 a 6 m3 de tierra; se necesitará mover mínimamente alrededor de cuatro millones de volquetes; a fin de remover los sedimentos de un año.

Si paralelamente se canaliza la cañada Lamadrid Norte, un porcentaje del agua y sedimentos derivará por ahí. Gran parte de estos sedimentos van a terminar entre Margariños y Catán o incluso General Díaz, inundando más a los pobladores que ya están sufriendo las consecuencias de la colmatación de la cañada, y abriendo nuevas zonas de inundación, hacia el Norte y Sur. Ya he mostrado cuáles son empíricamente los índices de sedimentación anual promedio para el funcionamiento de estas cañadas.

La derivación por la cañada, le daría una chance a ese dique; digamos, por un año o en el mejor de los casos dos.

En todo esto, es necesario resaltar que hasta ahora se mantienen los bajos de Agropil porque los sedimentos quedan mucho antes, debido a la colmatación de Lamadrid desde San Antonio hasta Solitario y porque antes funcionó la cañada y llevaba el agua con sedimentos hasta Catán (por eso se inundaron todos esos campos, entre Margariños, Catán y más abajo).

Estos son los argumentos por los cuales, desde 1995 que se habla de la construcción de un dique interceptor, no se ha realizado. El primer proyecto debía unir San Martín con San Antonio; fracasó terminando ya el diseño, debido al arrastre de sedimentos d ella creciente de 1998-1999, que modificó absolutamente la topografía de la zona (topografía de diseño). El segundo proyecto debía desarrollarse entre Caracol y Agropil. Tampoco se realizó debido a los cambios permanentes en la topografía por el arrastre y deposición de sedimentos; sin dar lugar ni a los estudios preliminares (sólo los topográficos básicos de la traza). Un tercer proyecto se debía estudiar en la zona de Quebracho-Tuscal, aproximadamente; pero no se llegó si a hacer la topografía básica debido a los cambios topográficos en Paraguay, al ingresar los mayores módulos a este país desde el 2010. Halcrow licitó los estudios y decidió un emplazamiento en la zona de canales. Al modelar se dieron cuenta de que un dique en esa zona colapsaría de inmediato, por lo cual propusieron un sistema de “alerones” paralelos al río y canales, que derivaran el agua de manera más regular. Sin embargo no se avanzó debido a los cambios profundos que cada año el Pilcomayo produce en toda la región de bañados.

Lo más sensato y hasta ahora efectivo, ha sido limpiar los canales y cañadas para el el agua avance y haga su recorrido. Por supuesto que esto significa que los sedimentos avanzarán aguas abajo, en la medida en que los canales avancen aguas abajo. La única forma de lograr agua “limpia” en los sectores medios e inferiores, es dejar que el agua desarrolle su avance por las zonas bajas, depositando los sedimentos y drenando en sitios claves de las nacientes de cañadas inferiores. Esto significa inundar más a los productores de las zonas medias (Mistolar hasta Catán o General Díaz). Los beneficios obtenidos por los productores del sector inferior, deberían traducirse en sistemas de subsidios para los productores del sector medio, atendiendo a las potenciales pérdidas materiales y pérdidas de oportunidad productiva y capitalización.

A estos aspectos críticos, es necesario agregar la opinión y percepción que la población local tiene del proyecto del dique interceptor. A los ojos de los técnicos que han pergeñado la idea de un dique interceptor para el “filtrado” de las aguas con sedimentos, las tierras bañadas y la gran laguna de Agropil, son tierras baldías o inútiles. Esto justifica para ellos, el llenarlas de sedimentos que tardarán años en tornarse en tierras aptas y también el traslado de excedentes de sedimentos a otras áreas naturales bajas. Sin embargo, para los pobladores de la región, esta zona se constituye en una fuente inagotable de forraje en tiempo de sequía; manteniendo incluso algunos niveles de agua en la parte central de la laguna. El manejo cultural de estos campos se presenta como un claro ejemplo de uso pastoril compartido, constituyendo una forma de pastoreo colectivo responsable por parte de los pequeños productores criollos que ocupan la región. Este sistema pastoril pilcomayense (repetido en otras zonas del bañado como estrategia colectiva de los ganaderos criollos) se torna en una importante manifestación de la existencia de una estrategia de mitigación (no la única) para los cambios que se van incrementando en esa zona, debido a las transformaciones naturales del río y sus bañados y a las evidentes variaciones en el clima de la región, en los últimos años. El proyecto es visto, por la población local, como un atentado irracional a sus economías, a su soberanía alimentaria y a sus derechos territoriales tácitamente adquiridos por ser pobladores centenarios de la región.

martes, 2 de junio de 2015

SISTEMA DE ALERTA TEMPRANA Y MONITOREO DE LA CUENCA BAJA DEL RÍO PILCOMAYO

SISTEMA DE ALERTA TEMPRANA Y MONITOREO DE LA CUENCA BAJA DEL RÍO PILCOMAYO

A continuación compartimos una ficha de información acerca del sistema de alerta temprana y monitoreo de la cuenca del río Pilcomayo.

Tipo de evento/s objetivo/s (inundaciones, sequías, incendios)

El sistema de alerta vinculado al monitoreo ambiental del Pilcomayo, atiende, en primer lugar, a las crecientes; intentando prevenir a las poblaciones asociadas al río y los bañados, del advenimiento de las inundaciones regulares, inundaciones excepcionales, cambios en el desplazamiento del río y de los bañados y potenciales zonas de riesgo o de aumento de vulnerabilidad.

Concomitantemente, luego del período de crecientes, se previene sobre potenciales situaciones de sequía crítica, según haya evolucionado el desplazamiento del agua, especialmente en la zona de los bañados.

Cobertura geográfica del sistema


El sistema está referenciado geográficamente en la cuenca baja boliviana (desde Villamontes al límite con Paraguay y Argentina); en Argentina, Salta y Formosa; en Paraguay, Boquerón.

La información que se recaba y difunde de la Cuenca Alta boliviana es en función preventiva, ante eventos excepcionales o prolongación del ciclo de crecientes regulares.

Fuente de información para su funcionamiento

Datos hidrométricos

  1. Dirección Ejecutiva de la Comisión Trinacional para el Desarrollo de la Cuenca del Río Pilcomayo (DE-CTP)
  2. EVARSA – Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Nación (Argentina)
  3. SENAMHI (Bolivia)

Datos meteorológicos

  1. Servicio Meteorológico Nacional (Argentina)
  2. SENAMHI (Bolivia)
  3. DINAC (Paraguay)

Información local

  1. Pobladores y productores de las diferentes zonas, enlazados mediante Facebook, correo electrónico, celulares (en sus diversas formas de intercambio de información: MSM, Wathsapp, Hangouts, Messenger, Skype), con quienes se intercambian noticias locales sobre la evolución del agua, imágenes y vídeos.
  2. Organizaciones no gubernamentales que colaboran con información local (Bolivia, Paraguay y Argentina).
  3. Defensa Civil de Salta, a través de su Facebook
  4. Funcionarios de organismos públicos de los tres países, de manera independiente o vinculada a su función pública.
  5. Prensa escrita (El Tribuno de Salta, Informate Salta, Nuevo Diario de Salta; El Intransigente de Salta; La Mañana de Formosa, El Comercial, de Formosa; Ultima Hora de Asunción; ABC Color de Asunción; La Nación de Asunción; El Deber, Bolivia; El País, Bolivia; Erbol digital, Bolivia; otros)
Actualmente hay una trama de más de doscientos actores activos y 1700 actores entre activos y receptores pasivos de la información, enlazados por las diferentes redes de comunicación social.

Información satelital


  1. Imágenes satelitales LANDSAT mediante el servicio de USGS a través del sitio http://earthexplorer.usgs.gov/
  2. Imágenes satelitales MODIS mediante el servicio de la NASA, a través del sitio http://lance-modis.eosdis.nasa.gov/

Tiempo de respuesta


Depende de la actualización pública de los datos hidrométricos (DE-CTP, EVARSA, SENAMHI).

Corrientemente podemos dar alerta a la costa argentina y paraguaya con por lo menos 11 horas y hasta 36 horas de anticipación de los eventos extraordinarios, en los sitios que se producen desbordes regulares con mayor impacto sobre el territorio. Esto varía un poco año a año, debido a los cambios estructurales en el río, por los procesos de colmatación y reubicación de sedimentos.

En la zona de formación de los bañados, después del sistema de canales de reparto (Argentina-Paraguay), el tiempo de respuesta varía de 3 a 5 días de anticipación.

El sistema no contempla todavía una respuesta directa en las cabeceras de la cuenca baja (Villamontes, Bolivia), a las crecientes de la cuenca alta boliviana, debido a que las fuentes de información hidrométrica son someras (una vez al día).

Descripción de su funcionamiento

Para entender el funcionamiento del sistema de alerta, es necesario entender la estructura y funcionamiento del río.

Brevemente, la estructura del río comprende un sistema de carga, en la cuenca alta boliviana (aproximadamente 90.000 km2), un cauce de llanura que actualmente va desde Villamontes (Bolivia) hasta la zona de reparto (Noroeste de Formosa. Argentina). Se trata de la cuenca baja superior. En la parte inferior de este sector se producen desbordes regulares que forman áreas de avulsión extensas en Bolivia y principalmente Argentina. La regularidad de los desbordes ha ido en incremento desde 1990 (esporádicas) hasta principios de la década del 2000, que son anuales.

A partir del sistema de reparto (aguas abajo del sistema de avulsiones mencionado), se forman dos sistemas de bañados, uno del lado paraguayo y otro del lado argentino. Ambos sistemas están canalizados hasta cierto punto y luego se forman los bañados propiamente. Esto conforma la cuenca baja media.

Del lado argentino, esta formación es más o menos regular y limitada territorialmente, con procesos de colmatación creciente hasta la Ruta Provincial 28, que actúa de dique interceptor, con drenaje mediante un vertedero. Aguas abajo de la Ruta Provincial 28 el sistema de bañados mantiene una mayor regularidad, formando esteros y una red de riachos que desembocan en el río Paraguay.

Del lado paraguayo, el sistema de bañados es menos definido y más extendido en el territorio, formando, a partir de General Díaz, esteros y una red de riachos que también desembocan en el río Paraguay. Aproximadamente desde una línea imaginaria que une la Ruta 28 en Formosa (Argentina) con General Díaz en Boquerón (Paraguay), hacia aguas abajo hasta la desembocadura delos riachos en el río Paraguay, se conforma la cuenca baja inferior.

El río, hasta el primer sector de bañados, aguas abajo del sistema de reparto (cuenca baja superior y primer tramo de la cuenca baja media), funciona como un río de montaña, en la llanura. Cuando se registran precipitaciones significativas en la cuenca alta, crece de repente, con un arrastre importante de sedimentos que proceden en parte de la cuenca alta y en parte de la remoción del lecho y barrancas de la cuenca baja. Al cesar las precipitaciones, de un día para el otro, o en horas, disminuye su caudal y velocidad, depositando gran parte de los sedimentos arrastrados, aguas abajo. Este fenómeno de picos de caudal y caídas repentinas es lo que provoca el atarquinamiento del cauce, propio del Pilcomayo; favoreciendo el desarrollo de áreas nuevas de desbordes y retroceso del río, con la formación, aguas abajo, de bañados inestables.

En 1991 La Comisión Binacional del Pilcomayo (Argentina y Paraguay) comienza a desarrollar una estrategia de control del retroceso, mediante canales de derivación hacia ambos países (sistema de reparto), con el objetivo de acelerar la velocidad del río en el último punto de atarquinamiento y detener el proceso retrocedente. Desde entonces, mediante obras de canalización anuales (no siempre con regularidad), se ha mantenido este sistema de reparto en un radio de poco menos de ocho Km. La aceleración de la velocidad del agua implicó el avance de los sedimentos arrastrados en los picos hacia el sistema de bañados; con lo cual éstos, en su primera sección, comenzaron a modificarse significativamente, con áreas de colmatación e inestabilidad territorial. La solución propuesta por la población indígena local fue realizar anualmente canalizaciones internas del bañado, que faciliten el transporte de sedimentos hacia sectores no colmatados. Esta tarea se realiza desde el año 2006 tanto en Argentina como en Paraguay, dependiendo de los presupuestos estatales destinados a tal fin. Con los canales, se traslada el problema de inestabilidad más hacia abajo; pero se evitan derrames más extendidos en zonas hasta ahora altas. En Formosa, Argentina, la remoción de sedimentos se acompaña con la construcción de una defensa extendida en las zonas más críticas, cubriendo alrededor de cien Kilómetros de terraplén continuo. Este sistema defensivo protege los pueblos, establecimientos y parajes al sur del bañado; pero a la vez se constituye en un sector crítico de monitoreo permanente, debido a los riesgos de ruptura por erosión.

En síntesis, se trata de un sistema que, especialmente a partir del paralelo de 21° 30', se torna progresivamente hacia aguas abajo, muy sensible y frágil en cuanto al mantenimiento de una estructura de cauce. Esto lleva a que se desarrollen zonas de riesgo que aumentan la vulnerabilidad de las poblaciones asentadas en ese sector de su cuenca. El riesgo se incrementa a medida que se avanza aguas abajo, ya que las pendientes disminuyen rápidamente, llegándose de 403 msnm a 230 msnm en una distancia recta de menos de 160 km (Villamontes-Misión la Paz, con cauce, pendiente media aprox. de 1,08 m/km), y luego de 230 msnm a 128 msnm, en 320 km (Misión la Paz-Ruta 28, inicialmente cauce con desbordes recurrentes y luego bañados, pendiente aprox. de 0,32 m/km).

¿Cómo llegamos a desarrollar el sistema de monitoreo y alerta temprano?

Atendiendo a la alta vulnerabilidad de las poblaciones de la cuenca baja-media y la alta fragilidad del sistema, comenzamos a desarrollar con la población local una tara de identificación de criticidades locales y del sector de la cuenca. A partir del año 2002 recorrimos la cuenca de Argentina y parte de la cuenca del Paraguay, con pobladores locales, en los diferentes sectores. En el año 2004 tuvimos oportunidad de elaborar un relevamiento participativo con la población originaria de Argentina, Bolivia y Paraguay, con patrocinio de la Dirección Ejecutiva de la Comisión Trinacional del Pilcomayo. Los datos emergentes de este relevamiento, sumados a los estudios técnicos que dicha Comisión estaba realizando desde 1995 (año de su constitución); permitieron elaborar un mapeo de riesgo hídrico. Este mapeo y sus informaciones asociadas (principalmente registros hidrométricos y meteorológicos de referencia), se constituye en la línea de base a partir de la cual se realizan los monitoreos regulares y se conforman los criterios indicadores de situaciones de alerta.

En el año 2005 se reunieron delegados de los pueblos originarios de la cuenca con funcionarios y técnicos vinculados a los organismos de cuenca (de Formosa, de la Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Nación, de la Comisión Nacional Pilcomayo de Paraguay y de la Comisión Trinacional Pilcomayo). Se acordaron estrategias de limpieza e identificación anual de criticidades dentro de la zona más inestable del bañado, para recuperar el funcionamiento hídrico más apropiado para el desarrollo del río y los bañados y la convivencia de poblaciones sedentarizadas en sus márgenes.

Desde el año 2002 se fueron capacitando tecnológicamente personas para efectuar el georreferenciamiento y registro fotográfico de las identificaciones realizadas. Técnicos de ONGs, pobladores locales (criollos e indígenas) y últimamente estancieros (en Paraguay), ha sido capacitados en el manejo de GPS y fotografía digital (hoy es un anacronismo mencionarlo; pero cuando se inició, era una metodología de avanzada). Algunas personas se capacitaron en la lectura e interpretación de imágenes satelitales LANDSAT, y unos pocos en el manejo básico de SIG.

El rol del equipo de monitoreo se concentró en recoger las informaciones, sistematizarlas y brindar un diagnóstico útil para técnicos y pobladores, a fin de prevenir las potenciales consecuencias negativas de la siguiente creciente, o prever estados de sequía intensa para el período entre crecientes.

¿Cómo funciona el sistema?


Anualmente, durante y después de las crecientes, se hace una identificación de los cambios que ocurren en el desarrollo territorial del río y de los bañados. Se atiende especialmente a las zonas críticas identificadas en la línea base. Esta actividad se realiza a partir del análisis de las imágenes satelitales de la región afectada; la información verbal y fotográfica aportada por los pobladores locales; visitas a las diferentes zonas cuando hay financiamiento, por parte de técnicos de entes gubernamentales y ONGs que participan voluntariamente del monitoreo. A veces se cuenta con el aporte de informes o fotografías obtenidas en sobrevuelos oficiales o privados. Son clave en estos relevamientos, las personas que históricamente fueron capacitadas para el uso de tecnología asociada al monitoreo; pues pueden indicar con mayor precisión las situaciones críticas, e incluso elaborar mapas locales interpretando la realidad.

Identificados los cambios con este conjunto amplio de informaciones y datos, se realiza un mapa de riesgo para el siguiente período hidrológico y de posibilidades de sequía intensa para el invierno-primavera próximo inmediato.

Un aporte significativo, son los informes de crecidas de la Dirección Ejecutiva de la CTP. Si bien no son regulares ni en tiempo real, nos permiten evaluar la crecida de cada ciclo con las anteriores y analizar los cambios en la regularidad o frecuencia de picos, volúmenes desplazados fuera del cauce en las áreas de avulsión no permanentes, tiempos de llegada de los picos de una estación a otra (Villamontes a Misión la Paz), y otros datos que nos permiten percibir la magnitud de algunos cambios respecto a la línea base.

Con este conjunto de informaciones y datos elaborados, y cuando hay financiamiento, se planifican visitas a las zonas más afectadas o potencialmente vulnerables en la próxima creciente. En estas visitas, además de ver in situ los cambios o alteraciones, tiene como objetivo principal conversar con la gente del lugar y recibir sus percepciones sobre dichos variaciones. Esta percepción local es fundamental para elaborar junto con la gente del lugar, estrategias de prevención o mitigación ante eventos próximos. De estos encuentros (la mayoría de las veces informales), surgen en muchas oportunidades iniciativas y propuestas de intervención que se presentan a los técnicos responsables de los organismos de cuenca. El equipo de monitoreo en general no interviene en estas presentaciones, sino las organizaciones locales, sean de pobladores (como asociaciones civiles, juntas vecinales, etc) o de productores (asociaciones de productores, cooperativas e incluso la Sociedad Rural).

Durante el período de crecientes, desde una central conectada a Internet, se obtienen diariamente o varias veces al día, según la urgencia, informaciones hidrométricas y meteorológicas de los servicios citados en el ítem “Fuentes de información”. Se consultan las imágenes satelitales del día, cuando es posible (regularidad condicionada por la frecuencia de pasada de los satélites y la presencia de nubes). Con esta información, se construyen los datos que son puestos en público en un lenguaje fácil de entender, interpretando el significado de los registros para los diferentes puntos de la cuenca. Los mismos se divulgan por Internet, mediante una página del Facebook (monitoreopilcomayo), por celular (MSM, Wathsapp, etc), VHF (en Paraguay) y por correo electrónico a una lista de distribución que se fue construyendo con el paso de los años, e incluye actualmente pobladores, funcionarios y técnicos de ONGs y organismos públicos. Existen indicadores ya elaborados empíricamente de estados de atención y alerta en los sitios de medición. Esto nos permite dar el estado de alerta temprano a las zonas aguas abajo de donde se observan niveles o situaciones críticas. Las radio emisoras locales (FM) reproducen los avisos de alerta. Los contactos con las radio emisoras son principalmente mediante el Facebook y a veces telefónicamente.

Paralelamente a lo que se emite, diariamente recibimos información por celular, correo electrónico o Facebook de la situación en diferentes puntos, por parte de la población local que año a año se va comprometiendo más con su participación en el sistema. De ser pasivos receptores, actualmente una gran cantidad de personas comienza a enviarnos información verbal y fotográfica por los medios mencionados, a fin de dar a conocer su situación y alertar a los que están aguas abajo. De esta manera, muchos organismos responsables, provinciales y nacionales, obtienen información directa de la población afectada o por afectarse, pudiendo dar respuestas más rápidas y eficientes.

Administradores


Fundación para la Gestión e Investigación Regional (FUNGIR), en colaboración con otras organizaciones de la cuenca baja.

Usuarios

Habitantes y productores de la cuenca baja del río Pilcomayo (Bolivia, Argentina y Paraguay). Se trata de población criolla, indígena y estancieros (especialmente en Paraguay). Actualmente se suman a los usuarios originales, docentes y funcionarios no locales, que deben ir a la zona de riesgo o viven allí temporariamente, y solicitan información para planificar sus actividades.

Fuente de financiación

Entre 2003 y 2012, financiamientos por medio de la Cooperación Internacional privada.

Desde el ciclo hidrológico 2012-2013 hasta la fecha, de manera voluntaria, con pequeños aportes para el ciclo hidrológico 2013-2014. Durante el ciclo 2014-2015 la actividad es exclusivamente voluntaria.

Luis María de la Cruz
FUNGIR, Formosa, 22 de febrero 2015




lunes, 19 de enero de 2015

Situación de la zona de bañados en Paraguay y Argentina al 19 de Enero 2015

El desplazamiento regular de caudales del orden de los 400 a 450 m3/s desde comienzos de Enero, ha ido llenando las zonas de bañados en el sector superior de la cuenca paraguaya y argentina (oeste de Formosa).

En Paraguay el ingreso es de aproximadamente el 30 % de los caudales que llegan a la zona de reparto (estimaciones nuestras, por observación de la zona y de imágenes satelitales actuales).  Ingresa por el canal hasta la zona de colmatación, cerca de El Solitario (Paraguay).  Desde allí se desplaza hacia el Sur llenando los bañados formados entre el 2013 y 214, en dirección a la frontera con Argentina.  Hay algunos pequeños desbordes hacia Argentina , en la zona de Pozo Algarrobo-Cauce El Pichi-San Antonio.  En ese sector la Cañada Lamadrid se encuentra seca; observándose una sobre-elevación de la misma, respecto al resto del territorio.  Cerca de San Antonio se producen desbordes que cruzan la Cañada Lamadrid, hacia Mistolar.  El agua está lejos de esta localidad, desplazándose hacia el Sudeste.  Antes de llegar a la Picada de AGROPIL, este bañado se conecta con la Cañada Lamadrid, y a partir de este punto el agua se desplaza por la cañada, sin desbordes.  Todos los puestos ganaderos entre Mistolar y el Norte de AGROPIL deben estar atentos a la evolución del bañado; aunque por el momento no hay situaciones de riesgo.

En Argentina el agua se desplaza por el canal hasta la zona de Patillo (al Norte de Caracol, sur de AGROPIL, Paraguay).  Desde ese punto se comienzan a observar desbordes retrocedentes que están llenando el bañado entre Pescado Negro y la Ruta 86.  Aún no hay riesgos, pero es recomendable que los ganaderos retiren sus animales de la zona baja.  Desde El Patillo el agua se desplaza por tres vías: en el centro, por el canal y al Norte y al Sur, bordeando la zona de bañados.  Se observa claramente una sobre elevación del área de bañados, con desplazamiento del agua hacia ambas costas, tomando las áreas intermedias entre el monte y el bañado.  Hay riesgo de corte de la Ruta 86 a la altura de Tres Paces.  A pesar de que los volúmenes desplazados son moderados, hay riesgos de anegamiento en la zona de Churcal, Tres Yuchanes y La Rinconada.  Se recomienda a la población atender la evolución del bañado en los próximos días, especialmente en las zonas que no hay defensas y el camino de acceso a La Rinconada.  Se recomienda a los ganaderos de toda esa región que retiren su ganado de la zona central del bañado, ya que los riesgos de aislamiento son muy altos.  Por el Sur, el desplazamiento del agua se encuentra aproximadamente a la altura de Cienaguito - Tres Luces.  Por el Norte, está cerca de Río Muerto - La Esperanza.  Siempre el comportamiento es desplazarse por la costa Sur y Norte, dejando el centro del bañado sin agua, debido a su mayor altura respecto al resto del terreno (por colmatación a raíz del desarrollo de vegetación palustre).

lunes, 10 de noviembre de 2014

Situación del Niño en Noviembre 2014 y previsiones para el Pilcomayo

Las condiciones actuales del Niño indican que para este mes por lo menos se mantendrán condiciones de precipitaciones normales a un poco superior a las normales en la cuenca alta (Bolivia) y primer tramo de la cuenca baja (Bolivia-Argentina-Paraguay) del Pilcomayo.  Aparentemente no se esperan aún situaciones de crecientes excepcionales y hay probabilidades de que este comportamiento se mantenga, ya que la temperatura del océano Pacífico frente a la costa Peruana y Chilena muestra un descenso, frente a los meses anteriores.

Debe advertirse que el informe del CIIFEN remite a situaciones promedio, lo cual no significa que no se produzcan precipitaciones o vientos puntualmente por encima de lo normal.

Citamos el texto del resumen del Informe del CIIFEN para Noviembre 2014:

"La temperatura superficial del mar en el Pacífico E c u a t o r i a l , durante octubre, continuo con la tendencia observada anteriormente (6 meses) de mostrar valores por encima del promedio, con un leve descenso frente a las costas de Perú- Chile. Bajo la superficie del mar, entre 100 y 150 m, se presentaron varias celdas con anomalías de temperatura entre 2 y 3ºC, las que ascienden a medida que se aproximan la costa sudamericana, (Figs. 1 y 2). A partir de agosto hasta inicios de noviembre, el borde oriental del Pacífico ecuatorial en niveles bajos (850hPa), han estado presentes, vientos del Oeste; en cuanto a las anomalías del viento, durante octubre prevalecieron las anomalías de viento del oeste a lo largo del Pacífico central-oriental, (Fig. 3). E n niveles altos (200 hPa) los vientos del este s e p r e s e n t a r o n ligeramente fortalecidos en el Pacífico occidental, (Fig. 4). Durante la última quincena de octubre, el índice de oscilación del sur alcanzó –8.7, (Fig. 5). Los índices de las regiones Niño continuaron mostrando, durante octubre, valores positivos (sobre 0.5ºC), (Fig. 6). La anomalía de calor en la capa superior del océano (o-300m) a lo largo del Pacífico ecuatorial central, desde agosto a la fecha continúa exhibiendo valores positivos, caracterizado por la presencia continua de varios núcleos cálidos (fig. 7). Las actuales condiciones, están influenciado en el comportamiento anómalo en la distribución de las lluvias y en el clima regional en Mesoamérica, norte de Sudamérica y el Caribe, al igual que en el norte de Argentina y Uruguay, (Fig. 8). 

El contenido de calor aún presente en el océano, la evolución espacio -temporal de las anomalías de temperatura y el patrón de evolución de los vientos en respuesta a la alta variabilidad intraestacional, (Fig. 9), sugieren la continuación de las condiciones asociadas al desarrollo del evento El Niño y su influencia en el clima regional. En cuanto a las precipitaciones de lluvias para la costa oeste de Sudamérica durante el próximo trimestre serán algo deficitarias en el extremo norte de Sudamérica y sobre la normal en la región andina de Colombia, región andina centro sur de Ecuador y región andina sur del Perú ; igualmente al norte de Argentina y Uruguay, (Fig. 10). La mayoría de los modelos globales sugieren que el máximo desarrollo de un evento El Niño se produciría durante los últimos meses del presente año el cual se extendería a los primeros meses del 2015. Conforme a las condiciones actuales se estima que la intensidad del presente evento El Niño podría ser de débil a moderada (Figs. 11 y 12). 

Frente al escenario actual, se mantiene la recomendación a las autoridades nacionales, locales, sectores productivos, sistemas de gestión de riesgo y de recursos hídricos de los países históricamente afectados, a mantener activa las acciones de prevención así como los mecanismos de articulación institucional para la planificación territorial y sectorial."