lunes, 10 de marzo de 2014

Proyecto de defensa sin consulta previa ni informada

Pilcomayo, Formosa.  Zona de los Tobas de Sombrero Negro.  Un proyecto de defensa para controlar el avance del agua del bañado estaría afectando a la propiedad privada de los Tobas de Sombrero Negro y a un grupo importante de productores ganaderos criollos.

El proyecto de defensa, más que un proyecto ya es una traza sobre el territorio con una picada desmontada de aproximadamente 50 metros de ancho.  La misma penetra la propiedad privada de las comunidades originarias Tobas de Sombrero Negro, en una extensión de 12,5 Km, destruyendo la integridad de una parte muy importante de sus bosques, por su alto valor de conservación.  La traza se realizó arbitrariamente, sin un proceso de consulta previa y debidamente informada, como lo establecen las leyes que protegen los derechos indígenas, ante un proyecto que afecte a sus bienes o intereses.  Tampoco se encuentra acompañado el proyecto de una evaluación de impacto ambiental; la cual, según la legislación formoseña, debe someterse a Audiencia Pública anunciada 30 días antes y previa a todo inicio de obras.  Las características de la creciente actual (ciclo hídrico 2013-2014) no justifican de manera alguna una situación de emergencia que pudiera motivar una ejecución urgente de esta obra.  La misma representará un importante movimiento de tierra y maquinarias, alterando significativamente una zona de muy alto valor ecológico, por su aislamiento y la protección forestal que los mismos Tobas llevan adelante desde hace más de veinte años.

La empresa ejecutora, Martín Fierro (de Formosa) y el encargado por parte del Gobierno formoseño, Aldo Ingoloti, convocaron a una reunión el día 7 de Marzo, para definir cómo proseguirá la traza, al encontrarse frente a las áreas con población humana.  La reunión estuvo caracterizada, según testimonios de personas presentes, por la presencia policial que anotaba todo lo que se decía y un movimiento de camionetas que iban y venían trayendo "caciques" (esto merece un capítulo aparte) para apoyar la iniciativa.  Los pobladores criollos manifestaron su oposición a la obra, dado que los afecta directamente.  Estos pobladores, con adjudicaciones de tierras en la zona Norte de la propiedad de los Tobas, quedan afectados por la proyectada defensa, que los deja dentro del área de inundación.  La propuesta de los pobladores fue categórica: que el gobierno continúe con la limpieza de los cauces por donde escurre normalmente el bañado.  Esta metodología ha dado buenos resultados en muchas secciones del mismo, sin necesidad de obras defensivas anexas.  Nadie desconoce en la zona que este tipo de obras defensivas representa onerosos trabajos de movimiento de tierra que serán ejecutados por empresas como Martín Fierro, muy cercanas al gobierno provincial.  Según los testimonios referidos, uno de los directivos de la empresa afirmó que ellos son los únicos que realizan un monitoreo del Pilcomayo y que saben muy bien lo que hacen.

Por todas las experiencias anteriores (defensa de Potrillo a Caracol, de la cual esta es una continuación), se puede asegurar que una de las consecuencias colaterales e irreversibles de la construcción de esta obra, es que la misma se tornará en una ruta de tránsito permanente.  Esto significa que se alterará definitivamente el territorio en propiedad privada de los pueblos originarios Tobas del Oeste de Formosa, su integridad, su sistema ecológico y será casi imposible controlar el acceso al mismo de cazadores furtivos, cortadores de madera de alto valor e intrusos de todo tipo.  Se alterarán, además, las delicadas relaciones que existen tras muchos años de construcción social colectiva, con los ganaderos criollos.  La obra, en síntesis, trae aparejados impactos y efectos ambientales definitivos que modificarán totalmente la región; sin un justificativo real, más que la obra en sí misma y las ganancias que genera a la empresa ejecutora.

Los Tobas, en el año 2008, presentaron una propuesta de defensa que debía respetar la línea natural de inundación, sin penetrar en los bosques.  Esta línea está representada en el mapa adjunto, por la costa de color blanco, que bordea el fucsia, que es el estado actual del agua en el bañado.  Esta propuesta se realizó tras un importante trabajo de identificaciones que hicieron los mismos pobladores, capacitados en el manejo de GPS y atendiendo a sus propios conocimientos de la región.  Probablemente ni el Ing. Ingoloti ni los funcionarios y técnicos de la empresa Martín Fierro tengan conocimiento de esta propuesta, que fue presentada a la Unidad Provincial de Coordinación del Agua (UPCA), cuando el Ingeniero Silva la coordinaba.

Mapa en donde se observa la traza ejecutada dentro
de la propiedad privada de los Tobas de Sombrero Negro
violando la propiedad privada y la obligatoriedad
a la consulta previa e informada sobre todo proyecto
que afecte a sus intereses

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