martes, 27 de noviembre de 2012

Misión La Paz: Punto crítico clave en la evolución de la cuenca

En los últimos años la evolución del río ha definido varios puntos críticos, cuya resolución podría ser un cambio drástico de su curso o de la formación de bañados.  Misión La Paz es uno de ellos.  Posiblemente el más activo desde hace un buen tiempo.  Se comenta con frecuencia que los factores de transformación de la cuenca son naturales, en tanto el río arrastra volúmenes muy importantes de sedimentos año tras año; superando en los aforos de Misión La Paz, los ciento sesenta millones de tonelada por ciclo hídrico.  En este artículo nos referiremos a dos factores antrópicos y a las actuales transformaciones observadas.

Misión la Paz es un asentamiento que tiene aproximadamente setenta años.  La presencia de los misioneros anglicanos coadyuvó a un proceso de aglutinamiento de los pueblos originarios en torno a la misión, que pasó a formar uno de los centros poblacionales de mayor concentración hacia la década del setenta, y desde donde se expandía la obra de ayuda de estas misiones y, poco después, de los organismos internacionales de cooperación que las apoyaban. 

El sitio se encuentra dentro del territorio tradicional del pueblo chorote ribereño (iyofwaja).  Actualmente su población es de origen chorote, con una minoría nivaclé, habiendo dos asentamientos wichi en sus proximidades (Km 1 y Km 2).  Es uno de los lugares más estables del curso del río, desde su reconocimiento, hacia principios del siglo XX.  Es fue el motivo por el cual se eligió el paraje para establecer un puente internacional, con una estación de Aduana y Migraciones.  También fue ese el motivo por el cual se establece en la década del sesenta la estación de aforos de la Secretaría de Recursos Hídricos de La Nación, a pesar de que su proyecto original estaba en Puerto La Paz, varios kilómetros aguas abajo de esta Misión, en el límite con Formosa y hoy inexistente, pues el río modificó totalmente su geografía.

El río tiene un comportamiento meándrico inestable, tanto aguas arriba como aguas abajo.  El 1996 se establece el puente internacional, con pilares dentro del cauce, que actúan, año tras año, como endicamiento que pone freno a la corriente de agua.  Hay que destacar que durante la creciente el río arrastra gran cantidad de ramas y árboles que van cayendo a su cauce con la caída de las barrancas.  Cada año inmensos algarrobales e incontables islas de palo bobo son arrastrados por el agua, formando parte de los sedimentos sólidos de origen vegetal que ayudan significativamente a la evolución del cauce para llevar a su colmatación.  Podemos decir que el puente de Misión La Paz es un factor antrópico significativo en la evolución del cauce aguas arriba.

El cauce en Misión La Paz es un embudo, como puede apreciarse en la imagen siguiente.


 Sin embargo, este embudo está fallando cada vez más.  En la imagen antecedente se ve el cauce de Misión La Paz en el medio.  Aguas arriba se observa un sistema de desbordes que viene desde varios kilómetros.  Este sistema de desbordes es muy antiguo.  Ya hay registros en las décadas del sesenta y setenta de inundaciones en este sector, con importantes desplazamientos poblacionales (especialmente la comunidad chorote de La Gracia y los parajes criollos vecinos).  Sin embargo el aumento de frecuencia es lo que llama la atención, siendo ya anual desde hace casi diez años y en cada pico en los últimos cuatro años. Aguas abajo se ve claramente un nuevo sistema de desbordes, que desde hace dos años es cada vez más activo, en su extensión, siendo su frecuencia también anual, en los picos mayores.

Los desbordes aguas arriba y la formación de un pronunciado meandro justo antes del estrechamiento tienen probable relación con la imposibilidad que presenta en la actualidad dicho estrechamiento para conducir todos los caudales que vienen de río arriba.  Los desbordes aguas abajo están directamente vinculados con la "pérdida de barrancas", producto de una elevación del lecho del cauce, aguas abajo, ya que el curso del río comienza a presentar grandes dificultades para el desplazamiento del agua, con una disminución importante de las pendientes del lecho y desbordes cada vez más frecuentes, tanto en extensión territorial como temporal.  Entre Misión La Paz y "El Pantalón" se conforma un sistema muy inestable, que deriva agua hacia las partes bajas del territorio, formando zonas de bañados, anegamientos temporarios y madrejones.  No hay aforos en la boca del Pantalón ("La Embocadura"), pero visualmente se aprecia que los caudales son mucho menores que los pasan por el puente de Misión La Paz.

De esta manera, Misión la Paz queda en el medio de dos sistemas de desbordes que la aislan entre pico y pico de las crecientes.  Junto con dicha población, se aíslan también un número considerable de parajes criollos y comunidades indígenas que quedan en el medio de los desbordes de ambos sistemas avulsivos.

El fenómeno hídrico que da lugar a las formaciones fluviales aguas abajo del pueblo no es independiente.  Se halla dentro del sistema conformado por todo el curso del río, especialmente hacia aguas abajo.  En la medida en que hay menos conducción de agua, abajo de Misión La Paz, los riesgos de inundación y desbordes después del "embudo" son más frecuentes.  

El modelo de distribución de aguas, conocido como "El Pantalón", con una bifurcación en dos canales para hacer fluir el agua a mayor velocidad, fue construido experimentalmente en 1991.  A partir de ese año tuvo varias modificaciones, pero sigue funcionando.  Lo que se observa en la zona de la actual embocadura de los canales, es una elevación muy importante del terreno, acompañada de una elevación del lecho del cauce.  Si bien la distancia entre Misión La Paz y La Embocadura es de aproximadamente 49 Km en línea recta, el comportamiento meándrico muy pronunciado en ese sector es indicio de pocas pendientes.  Esto motiva la formación y cambio permanente de estos meandros, ya que el agua "busca" las mejores pendientes para desplazarse.  A modo de hipótesis, podríamos decir que el sistema de distribución de aguas que ha funcionado desde 1991 en la región de María Cristina - Santa Teresa, con resultados interesantes en la formación de áreas de desplazamiento del agua, tanto en Argentina como en Paraguay, es el segundo factor antrópico que está incidiendo en la evolución de la zona de Misión La Paz; y que, a pesar de la distancia, las pocas pendientes están acercando al pueblo los desbordes desde aguas abajo de manera acelerada.

Poco antes de cada período de crecientes hay movimientos en torno a Misión La Paz, demandas de los pobladores, promesas, algunas obras de poca envergadura.  Durante la creciente ya es corriente que el pueblo quede aislado y que algunos parajes cercanos se inunden.  Este año se planteó, ya no como una novedad, la necesidad de hacer un corte en los meandros para acelerar el paso del agua y liberar el camino de un muy probable corte durante la creciente.  Esta propuesta se hizo en varias oportunidades, cuando funcionaba el proyecto de Gestión Integrada y Plan Maestro (cofinanciamiento Unión Europea - Gobiernos de Argentina, Bolivia y Paraguay).

 La imagen que sigue muestra un detalle de la situación de Misión La Paz.

 

En rojo el río y sus playas (rosados).  En línea punteda roja se indica la propuesta de corte de meandros que, en una apreciación estática, podrían favorecer el funcionamiento del río, impidiendo o disminuyendo los riesgos de aislamiento.  Sin embargo, podemos pensar que al aumentar la velocidad del río y evitarse desbordes antes del poblado, la fuerza con que entrará el agua e impactará sobre el puente y sus barrancas inmediatas, puede ser un factor mucho más grave que ponga a riesgo infraestructuras y vidas en el paraje o en Pozo Hondo (Paraguay).  Actualmente, con desbordes aguas arriba de bastante importancia en cuanto a volúmenes de agua desviados, durante los picos, el agua llega casi al borde de las barrancas, "comiéndolas" con violencia en la porción de la salida de la curva antecedente.  Las barrancas bajas (por elevación del lecho y destrucción de los albardones antiguos) y los desbordes aguas arriba actúan como fusibles que mantienen la estabilidad de cauce en esa sección.  

De alguna manera, lo que queremos decir es que Misión La Paz, actualmente, tiene un destino incierto.  Sin embargo, favoreciendo el desplazamiento de agua en la zona de fusibles, aguas arriba, quedará aislada, pero los riesgos de destrucción total son mucho menores, a nuestro criterio, que si se acelera el paso del agua por el "embudo" conformado por el cauce más estable, en la zona del puente.

La definición que tome el río este año, o las opciones que se hagan mediante obras en los siguientes, definirán no solo el destino de Misión La Paz, sino también el del sistema de distribución de aguas y formación de bañados en Argentina y Paraguay.  Asimismo, estas definiciones incidirán de manera directa en la evolución de la fauna ictícola y, especialmente, en el paso de cardúmenes que interesan para la pesca comercial en Bolivia.  Nada en el sistema fluvial del Pilcomayo está aislado o es ajeno a lo que ocurra aguas abajo y aguas arriba.

Por otra parte, de lo que no cabe dudas, es que la sedentarización en el Pilcomayo medio, que lleva ya un siglo y poco más, está llegando año a año a situaciones límites que obligan a repensar el territorio, más allá de las obras y de los deseos del imaginario colectivo de mantener una estabilidad permanente.

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