martes, 23 de febrero de 2010

Grave riesgo de inundación en El Potrillo

En el verano del 2008 los chajá se posaron sobre El Potrillo.  Señal ineluctable de que su destino estaba definido con un desenlace final de anegamiento y abandono.  Los ancianos, que saben de aves y de señales, lo anunciaron.

La creciente del Pilcomayo este año aún no se ha hecho sentir.  A pesar de ello, el sábado 20 de Febrero a las 23 horas se rompió la defensa de la localidad El Potrillo, poniendo en grave riesgo a la población.  Horas después, la defensa que va desde El Silencio hasta El Quebracho se rompió en varias partes, dejando pasar agua por los bajos que conectan con la zona de Quebracho.

El Potrillo es una localidad habitada aproximadamente por dos mil personas.  Se encuentra a  cien kilómetros al Norte de Ingeniero Juárez, polo de desarrollo del Oeste de Formosa.  Tiene una infraestructura propia de un pueblo mediano que brinda servicios a más de diez mil personas en sus alrededores.  Varias escuelas primarias, un Centro de Educación Media modelo para la región, un Hospital, agua potable mediante una perforación profunda y un sistema de potabilización, energía eléctrica, comunicación mediante sistema de telefonía celular, casas, comercios, caminos; es parte de lo que se pone a riesgo con este accidente.  A menos de cinco kilómetros se encuentra Palmar Largo, centro logístico de la explotación petrolera de la región.


      Gráfico de la situación el día 19 de Febrero del 2010.  En rojo y rosados azulados, el agua


Durante el presente período estival el río Pilcomayo hizo muy pocos aportes de agua.  Cada año, para mediados del mes de Febrero, se han visto pasar por lo menos dos oleadas de creciente con caudales en Misión la Paz de por lo menos 1.700 m3/s y caudales medios (mínimos) de alrededor de 700 m3/s.  Durante el estío del 2009-2010 los caudales máximos han sido, hasta hoy, inferiores a los 700 m3/s en tres oportunidades; con una media regular que oscila entre los 300 y 400 m3/s.  Ninguno de los picos habidos a la fecha duraron más que unas pocas hora.

Como para tener una idea más clara de lo que estamos diciendo, cabe hacer referencia a los volúmenes de agua y lodos que pasaron desde el 2003 hasta la fecha, por la estación de aforo de Misión La Paz.  Para la comparación, tomamos el período comprendido entre el 1 de Agosto de cada año hasta el 23 de Febrero del siguiente:

En el 2003 pasaron 3.117 Hm3 (Hectómetros cúbicos)
En el 2004 pasaron 3.969 Hm3
En el 2005 pasaron 4.507 Hm3
En el 2006 pasaron 4.528 Hm3
En el 2007 pasaron 5.657 Hm3
En el 2008 pasaron 5.270 Hm3
En el 2009 pasaron 5.854 Hm3

Es decir, que tomando un período de seis meses cada año, para esta fecha el promedio anual de agua que pasó durante casi toda la década ha sido de 4.700 Hm3.

El paso de agua, en el período 1 de Agosto 2009 al 23 de Febrero del 2010, ha sido de 2.529 Hm3, muy inferior a la mínima y a la media de la década.  Los volúmenes son tan pequeños y los picos tan poco significativos, que prácticamente no hubo derrames en el río y en los canales aguas arriba, desde Msión La Paz hasta Pozo González, con un ingreso mínimo hacia el canal de Paraguay, en La Embocadura, y otro mucho menor en el canal de Surubí-Batería. Por este motivo no puede justificarse el accidente ocurrido por una creciente súbita.  Por el contrario, es un aviso claro de que algo está fallando y es necesario atenderlo antes de que ocurra un desastre.

La defensa de El Potrillo y la nueva obra entre El Silencio y El Quebracho no soportaron el paso de las aguas que, sin violencia y con volúmenes generales reducidos, corrían a su lado.

Esta obra defensiva es una de las más importantes de la cuenca baja.  Diseñada a partir de cálculos de máximos caudales,  prolongada en su extensión y reforzada en sus partes más críticas; se ha mantenido sin problemas con impactos mucho más violentos, como los del 2007 y 2008.  El lento pero continuo proceso natural de transporte de sedimentos y depósito en las zonas bajas, fue elevando el valle de inundación de la zona de El Reventado, a cinco kilómetros de El Potrillo.  Actualmente, lo que eran extensos bajos por donde circulaba el río y su bañado, es una zona sobreelevada, con una pendiente notoria hacia la defensa.  Esta pendiente provoca el desplazamiento de toda el agua por los montes, las picadas de exploración petrolera y el antiguo canal de provisión de agua.  La misma termina recostandose sobre el terraplén de tierra en uno de sus puntos más críticos: una compuerta de hormigón en desuso.

Se trata de una toma de agua para un canal que proveía agua potable al pueblo.  Se utilizaba antes de haber sido diseñada la defensa y dejó de funcionar una vez hecha la perforación profunda, en el año 2005.  En el proyecto se respetó este paso de agua, imaginando un control mediante la compuerta.  La combinación del hormigón con los terraplenes de tierra de la defensa presentaron, desde el principio, fallas graves de estructura, con filtraciones y cárcavas provocadas por las lluvias.  Tanto la población local de Potrillo como miembros del equipo de monitoreo, han advertido a las autoridades pertinentes de estas fallas, algunas de las cuales se corrigieron años atrás.  Sin embargo, en los últimos dos años no se le brindó la atención necesaria, confiándose en la solidez estructural de la obra en su conjunto y en los pocos caudales registrados.

 

  
La compuerta, en una inspección del 2006 (un año después de su construcción).  Se observan grietas y cárcavas a ambos lados del terraplén, debido a las lluvias del verano del 2006 



Estado de la compuerta en una inspección hecha en junio del 2009.  Se observa el nivel del sedimento acumulado en la creciente 2008-2009, el acrecentamiento del nivel del suelo del lado del bañado y la presencia de cárcavas profundas en el sector Sur (donde se rompió el 20 de febrero)

 El avance del proceso de colmatación de las zonas bajas, fue llevando a que, desde el 2008, el agua comenzara a "recostarse" permanentemente sobre la defensa, aún en tiempos de bajante.  El antiguo canal de provisión de agua sirvió como canal derivador del agua del bañado, atendiendo a las nuevas pendientes.  Poco a poco, ya desde el 2009, los niveles de agua sobre la defensa fueron elevándose de manera crítica, dejando menos "revancha" respecto a la coronación de la misma.  La presencia de la obra de hormigón no fue tomada en cuenta para una acción preventiva, a lo que se sumó la fuerza del agua avanzando por el canal y golpeando en la base de la compuerta.  El agua recostada sobre una extensa porción de la defensa humedeció la base y fue aflojando la estructura hasta romper su anclaje en uno de sus costados.

El resultado fue una entrada con violencia de la masa líquida, debido a los desniveles, que avanzó por el canal prácticamente hasta la zona poblada detrás del Centro Educativo de Nivel Medio, y por los bajos hasta pocos metros del asentamiento de la gente de Isla Colón.  Los pobladores criollos que se encontraban ubicados en el "Cruce de La Tigra Norte" tuvieron que abandonar sus casas, corrales y otras mejoras, que quedaron bajo el agua.

Una acción rápida de diferentes organismos del gobierno provincial y Defensa Civil controlaron momentáneamente la situación; pero el aviso ya está hecho: la Defensa ya no soporta, con su estructura actual, una mínima creciente.  Hoy El Potrillo se halla en zona de alto riesgo y es necesario repensar colectivamente las estrategias de ocupación del espacio.  El período de estío aún no ha terminado.  Una nueva construcción del territorio se avecina, este año o el próximo.  De la reflexión sobre los acontecimientos y de la capacidad colectiva de organizarse dependerá que se planifique sin pánico una reubicación o que se espere a tener una situación de emergencia mucho más crítica en las próximas crecientes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario