jueves, 25 de febrero de 2010

El Potrillo ¿a quién beneficia la desinformación?

Leíamos con asombro, en el diario formoseño La Mañana, la noticia del accidente de la barrera de El Potrillo.  El periodista dice literalmente que  
"Quedó completamente reparada y por ende controlada  la importante filtración sufrida en un sector de las defensas de la localidad de El Potrillo, deterioro producto de los picos de crecidas que experimentó en los últimos días el río Pilcomayo, con volúmenes de agua que arrastraron toneladas de sedimentos y grandes troncos que erosionaron el anillo de protección."

Las palabras en negrita las remarcamos nosotros.  ¿Por qué?  Sencillamente porque el río Pilcomayo, este año, no presentó ningún pico significativo desde el comienzo de las crecientes.  El cuadro que sigue muestra con elocuencia lo que queremos decir.
En el mismo se comparan las crecientes, entre Diciembre y Febrero, de los años 2005 al 2010.  En el 2005 la defensa estaba prácticamente terminada y el agua llegaba a cinco kilómetros de su base.  Desde el 2008 el agua llega a la misma, por el proceso de colmatación de los valles bajos por donde circulaba anteriormente.  En el gráfico vemos con claridad, en línea negra, que hasta el 24 de febrero no hubo picos de crecida que pudieran significar un riesgo, en comparación con los anteriores años.  Lo que no se dice en las noticias es que las obras de canalización que se han hecho en los cuatro últimos años, han ayudado al Pilcomayo a avanzar hacia la barrera.  Tampoco se dice (y en esto posiblemente esté desinformado el periodista) que "las toneladas de sedimentos arrastrados" no erosionaron la barrera, sino que acrecentaron el suelo del lado del bañado, disminuyendo la capacidad de la obra de soportar el peso del agua y su acción humidificadora.  No es lo mismo que el agua humedezca una base de treinta metros a que actúe sobre un coronamiento de ocho, con grietas y cárcavas no reparadas a tiempo.  Si las cosas se tendrían que hacer de otra forma o si esta fue la manera posible, no es un punto a debatir ahora.  Lo importante es que se informe correctamente a la población local que el riesgo de anegamiento es inminente ante la presencia de una elevación de caudales normal, como puede ocurrir en los próximos días; y como sería coherente con una creciente normal del río, que hasta ahora no hubo.


La posibilidad de tomar decisiones a tiempo con respecto a acciones a realizar, sean estas de evacuación o de refuerzo de la infraestructura de defensa, depende en gran medida de que la población tenga la información correcta respecto al comportamiento del agua.  Es necesario reiterar que la creciente, hasta ahora, no ha sido grande ni hubo picos críticos.  Para el poblador de la banda Sur del bañado, entre El Potrillo y El Quebracho, el avance del agua aparece impactante, porque casi la totalidad se recostó sobre ese lado, en parte por el desarrollo de los procesos de acrecentamiento de los suelos y colmatación de los valles de escurrimiento; y en parte por las acciones antrópicas, con la ejecución de canales cada vez más al sur, acercando peligrosamente el agua hacia los sitios poblados y descuidando la presencia del antiguo canal del agua potable, que hoy genera una fuerte correntada hacia el pueblo.  Actualmente, el tramo de la barrera comprendido entre la picada de El Reventado y la picada hecha en el 2008, como camino para iniciar la nueva defensa, ocupa los sitios más bajos de la zona, por donde necesariamente escurrirá toda el agua que venga.  Avanzando hacia El Quebracho, la nueva defensa, cuya construcción fue iniciada este año, también se encuentra rota o no terminada adecuadamente en varias partes, coincidentes con los sitios más bajos por donde se desplaza el agua y poniendo en riesgo a todas las poblaciones que se encuentran aguas abajo, desde El Quebracho hasta La Rinconada.


Hablar de que la ruptura se produjo por los picos de los últimos días es una irresponsabilidad periodística que no entendemos a quién beneficia.  Si la gente cree esto, quedará tranquila pensando que se trata efectivamente de aquellos picos conocidos por la experiencia de años, cuando, en realidad, dichos picos recién estarán por llegar en los próximos días, según los aumentos de caudal registrados esta mañana en Villamontes, Bolivia.


Situaciones similares se pueden repetir, en el futuro, en María Cristina, en donde la defensa no ha tenido mantenimiento desde hace años y la vegetación está socavando sus mismas bases, en tanto que varios canales cruzan por adentro del pueblo; en La Rinconada, en donde el fenómeno de acercamiento del agua y acrecentamiento de los suelos por la deposición de los sedimentos y desarrollo de la vegetación, aumenta el riesgo de rupturas, especialmente en algunos sectores muy arenosos de la defensa; en El Cañón, debido a la precariedad de la obra y al empuje cada vez mayor del agua hacia el sur, por la colmatación con vegetación de las zonas centrales del bañado.

Sin dudas, las estrategias territoriales deben ser pensadas con otros criterios.  La desinformación no nos ayuda en esta tarea colectiva de construir el futuro.

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