lunes, 27 de mayo de 2013

Análisis de la situación post-creciente en la zona Pozo Hondo-La Chaqueña / Misión la Paz-La Rinconada

El análisis de la imagen LANDSAT ETM 7 229-076 del 10 de Mayo de la zona de Misión La Paz-Pozo Hondo hasta  La Chaqueña-Palma Sola, y las comunicaciones recibidas en la última semana por parte de los pobladores locales, nos han permitido elaborar un breve análisis de la situación del río y los bañados, pasado ya el impacto de la creciente del 2013. 


En la zona de Pozo Hondo se observa el cordón defensivo desde aguas arriba del destacamento militar, hasta el pueblo de Pozo Hondo.  Se puede prever que en caso de actuar eficientemente esta defensa, en la próxima creciente (2013-2014) aumentará sensiblemente el riesgo sobre Misión La Paz, poniéndola en una situación de alta vulnerabilidad.

En la zona de los canales se observa un ingreso pobre hacia Argentina.  Hay una importante modificación de la curva del río, entrando ya en territorio paraguayo.  En el canal paraguayo, luego de la doble curva de ingreso más pequeña, se observa una limpieza paralela, que corresponde al canal paralelo que se hizo el año pasado antes de la creciente.  En la próxima creciente, el impacto de esta pequeña obra podrá ser el la ruptura de la curva y el ingreso a Paraguay por un canal del doble del tamaño que el actual, poniendo en serio riesgo el ingreso a Argentina.

En Paraguay se observa que la cañada Lamadrid está colmatada prácticamente hasta San Antonio.  Esto significa que para el año que viene Mistolar queda en medio del bañado.  A la vez, se puede prever un desborde importante hacia Argentina desde la zona San Antonio-San Andrés y por el cauce del Pichi.  Esto puede poner en peligro a Potrillo desde el Norte y a los parajes de la ruta 86, especialmente Puerto Irigoyen, que ya tuvo un avance del agua este año.

En la zona de La Rinconada-El Solitario (Argentina) se nos comunicó que hay una importante acumulación de sedimentos (suelos y vegetación) que fueron arrastrados hacia ese sector por las limpiezas y canalizaciones hechas en 2012 aguas arriba (zona de Patillo-La Esquina).

La falta de ingreso de agua hacia Argentina y la colmatación con barro y materiales vegetales de las lagunas y esteros que se usan corrientemente para la pesca, está afectando seriamente a los pescadores Wichi y Toba de Formosa, atentando contra su capacidad de independencia alimentaria.  Esta situación crítica está dando oportunidad a los cortadores de madera para lograr permisos por parte de los "caciques", a fin de ofrecer trabajos de obraje, apuntando hacia el palosanto, el algarrobo y el quebracho principalmente.  Esto atenta contra la integridad de los bosques nativos de la región y provoca serios conflictos al interior de las organizaciones indígenas.  A su vez, se constituye en una seria amenaza para garantizar la alimentación en el futuro; ya que estas especies, junto con otras del bosque nativo, ofrecen alimento (como es el caso del algarrobo) o albergan especies animales que son usadas como alimento y medicina entre los pueblos de la región. De esta manera, nuevas formas de etnicidio se van perpetrando en las costas del Pilcomayo, al atacarse o descuidarse los últimos restos de naturaleza y territorio que pueden brindar seguridad alimentaria para los pueblos la región.

jueves, 16 de mayo de 2013

Previsiones climáticas para Mayo-Julio 2013

Según e informe del CIIFEN, las previsiones para la cuenca media y baja del Pilcomayo para Mayo, Junio y Julio son las siguientes:
Precipitaciones
1. Sobre lo normal en el sector Villamontes hasta el Límite con Argentina y Paraguay, extendido hasta Este de Sata y Norte de Santiago del Estero,
2. Normales o inferiores a lo normal en la desembocadura sobre el río Paraguay
3. Inferiores a las normales en la región central (compartido con el Sur del Chaco central y Oeste y centro de las provincias de Formosa y Chaco -Arg-)

En cuanto a las temperaturas mínimas:
1. Sobre lo normal en el Chaco central y SE de Salta
2. Normal a Sobre lo Normal en el sector Villamontes límite con Argentina y Paraguay y Noreste de Salta
3. Inferior a lo normal en el resto de la cuenca baja y Prov. de Chaco (Arg)
Temperaturas máximas:
1. Normal en el sector de Villamontes hasta el límite con Argentina y Paraguay
2. Bajo lo normal en el resto de la cuenca, Chaco Central y Provincia de Chaco (Arg).

Debido al bajo ingreso de agua en e sector argentino de la cuenca media y baja (Bañado la Estrella y esteros, riachos y bañados de la planicie de inundación del Este de Formosa) debe esperarse una situación de extrema sequía para este período.

lunes, 6 de mayo de 2013

Formosa: Violencia etnocida en la cuenca del Pilcomayo

Cuando el encubrimiento de las penas por agresión se tornan en conducta etnocida desde las mismas estructuras del Gobierno, no es posible garantizar gobernabilidad en la cuenca.

La violencia estructural contra los indígenas que no aceptan un régimen hegemónico y vertical, caracteriza la gestión de más de quince años del gobierno de Insfrán.  El etnocidio y el salvajismo por omisión parecen estar sentados a su diestra. 

La noticia que compartimos es del diario La Nación, de Buenos Aires.  Una nota similar, más breve, fue publicada por Página 12.

http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-219355-2013-05-05.html
http://www.lanacion.com.ar/1579048-agredieron-brutalmente-al-hijo-del-cacique-qom-en-formosa


Domingo 05 de mayo de 2013 | 00:29

Agredieron brutalmente al hijo del cacique Qom en Formosa

El joven Abelardo Díaz y un amigo suyo también miembro de la comunidad, fueron atacados y quedaron internados; Félix Díaz responsabilizó a dos funcionarios del gobierno de Gildo Insfrán por el ataque
Ver comentarios
   

El joven Abelardo Díaz, hijo del cacique qom Félix Díaz, fue brutalmente agredido en Formosa por un grupo de desconocidos cuando se encontraba con amigos, uno de los cuales también resultó herido.

"Mi familia sigue siendo víctima de esta violencia generada por la provincia. Una y otra vez", planteó el líder qom en un comunicado."A mí se me criminaliza por 'usurpar' nuestros territorios tradicionales. Sin embargo no lograrán torcerme ni quebrarme, seguiré pidiendo respeto por nuestros derechos y verdadera justicia", afirmó. Se refirió así a las repetidas agresiones que recibieron miembros de su comunidad.

Su hijo, de 21 años, y Carlos Sosa, fueron agredidos antenoche "por una patota de alrededor de 30 personas", informaron allegados a la comunidad La Primavera.

En junio del año pasado, Abelardo Díaz fue atacado con armas blancas por un grupo de personas que amenazaron con degollarlo, ocasión en la que le causaron heridas que requirieron atención médica en el hospital local, al igual que el viernes.

Su padre aseguró que "la estrategia de la provincia [que conduce el gobernador kirchnerista Gildo Insfrán] hace tiempo es tratar de convencer a algunos hermanos [de la comunidad La Primavera] aprovechándose de toda la necesidad que hay".

"Denunciamos una vez más las estrategias provinciales por quebrarnos", afirmó.

Y concluyó su comunicado con una denuncia contra "los funcionarios provinciales Hugo Arrúa, administrador del Instituto de Pensiones Provinciales, y su esposa, Elizabeth Obregoso, coordinadora en el área de Salud del distrito 4 y ex-concejal de Laguna Blanca. Están interviniendo en la comunidad y no dejan de generar conflictos internos y bronca".

Hace dos semanas, un grupo de diputados nacionales, integrantes de la Comisión de Población y Desarrollo Humano, realizó una serie de reuniones para interiorizarse de la situación humanitaria de los pueblos originarios en Formosa. Los legisladores se encontraron con representantes de las comunidades Wichi, Qom, Nivakle y Pilagá en la localidad de Bartolomé de las Casas.

Además, mantuvieron en la capital provincial un encuentro con los sacerdotes Francisco Nazar y Ponciano Acosta, y con el Equipo Nacional de la Pastoral Aborigen (ENDEPA). "Es una deuda pendiente del Estado argentino avanzar en el reconocimiento de sus derechos y garantías", dijo entonces la diputada radical Patricia de Ferrari, integrante de la Comisión, respecto de la situación de los pueblos originarios en Formosa.

El grupo de legisladores estuvo encabezado por el diputado Antonio Riestra (Bloque UP), presidente de la Comisión de Población y Desarrollo Humano. Durante la visita, las comunidades originarias reclamaron el reconocimiento de sus tierras, el acceso a la educación bilingüe y la salud. El 18 de abril, se conoció en Formosa un fallo judicial que ordenó procesar a Félix Díaz por el delito de "usurpación" de un territorio que reclama como propio.

"Estoy muy preocupado por la agilidad de las causas penales cuando se trata de nosotros los indígenas", sostuvo entonces el referente qom.

Agencia DyN. 

jueves, 2 de mayo de 2013

Pilcomayo, el río de las transformaciones


Pillcumayu, Tewok, Tovoc, Ñachi, Pilcomayo... nombres con que los diferentes pueblos que habitan sus márgenes lo nombran distinguiéndolo del resto del paisaje, distinguiéndose como pertenecientes a él. Gente del río, gente de sus nacientes, gente de aguas abajo; modos que quienes viven junto a él señalan su manera de corresponderle.

Desde la aridez de las piedras de lo alto, en diferentes partes de los Andes bolivianos y del Norte argentino, pasando por inmensas praderas arboladas y desérticas, hasta las húmedas planicies del río Paraguay, el Pilcomayo extiende sus brazos en más de 300.000 Km2. 270.000 Km2 acordaron a principios del siglo XXI los técnicos de los tres países que recorre, para distribuir equitativamente beneficios y responsabilidades. El acuerdo político, 90.000 Km2 para cada país, difiere de la realidad geográfica y pretende encerrar en límites dibujados la libertad que su naturaleza concita. Es el mundo horizontal, extendido, sin límites, que nace de una infinidad de brazos, arroyos, vertientes y desemboca en una infinidad de riachos, bañados, pantanos y esteros, expandiendo la horizontalidad de su geografía por sobre cualquier otra dimensión. Es el mundo en donde convergen aves y peces; mamíferos y reptiles, insectos de mil orígenes y destinos. Es el mundo en que una parte de la humanidad encontró su lugar, entendiendo sus lenguajes y señales; y otra parte intenta acomodarlo a sus propios códigos, ajenos, distantes. Es el mundo de las convergencias y de las divergencias; de la colonización permanente.

Su magia, su fuerza arrebatadora y sus misterios han transformado la geografía en los últimos veinte mil años. Miles de miles de millones de toneladas de barro, piedras, troncos, plantas, semillas, animales, insectos han sido arrastradas desde las montañas y las sierras subandinas hacia el chaco, formando sus suelos, sus bosques, sus campos extensos, su fauna; haciendo de lo inhóspito, un lugar apto para la vida y caracterizando a su paso la naturaleza que nacería arrebatada de las alturas. Veinte mil años dispersando vida en fangales y arideces. Transformó y sigue transformando. Es el río que no duerme, el río que no descansa. Es el río de los cambios permanentes. Nada es igual de un año al otro. Los frondosos algarrobales de ayer, poblados de aves, chicharras y coyuyos anunciadores de la fruta madura, son hoy extensos arenales resecos, inhóspitos, para dar lugar, mañana, al infinito bobadal, que con su homogénea monotonía transformará la aventura en tedio y será transformado, a su vez, por el fuego abrasador nacido de una cacería o de la búsqueda de pasturas para el ganado; convalidando las convergencias y las divergencias e imponiendo la colonización permanente de su territorio.

Nadie puede reemplazar las vivencias a su lado. El viento norte, llenándonos los ojos de suelo volador; los interminables atardeceres rojos y calmos; las ventiscas del sur helándolo todo para preparar la pesca; la recia creciente que con su manto de aguas lodosas transforman el mundo de una noche a la mañana. El tedio de las siestas del inicio del verano acompasadas por el prolongado canto del coyuyo y el conversar de cotorras y loros disputándose la dulce algarroba que crece a sus orillas. La pesca de Mayo, cuando el monte comienza a morir y la vida nace del agua mansa de la perpetua bajante de invierno. El frescor de sus bosques en las calcinantes tardes de primavera, aromadas de flores que anuncian las mieles y las frutas. El asombro inapelable provocado por el fino hilo de la Luna recién nueva aguas abajo, apenas antes del amanecer; el sobresalto inevitable de la huella reciente del tigre (jaguareté) en el mismo lugar en que estamos buscando agua. Nadie puede decir que conoce el mundo si no ha caminado el Pilcomayo...

Los hombres que vinieron quisieron navegar al río que se camina. Quisieron encerrar al río que se derrama en la inmensidad de las planicies. Quisieron domesticar lo “savuage”, lo indómito. Quisieron encerrar su libertad. Dispusieron transformar un centenar de ecosistemas que mutan con los cambios del río y transforman el territorio y su vida, en sistemas de producción acotados en mensuras privadas, en reglamentos de pesca encerrados en concesiones, en regímenes de uso del agua pautados por códigos escritos a lo lejos y a ciegas. Quisieron asentar definitivamente a los pueblos que habían aprendido a convivir en las comarcas del cambio permanente; edificaron pueblos y ciudades, rutas y caminos, diques, canales, puentes; pretendiendo limitar la variable dinámica de miles de años con infraestructuras de días y semanas, como si fueran dioses, amurallando territorios y vastedades; para acumular aguas y ganar tierras.

Pero Pilcomayo es como una persona. Sin claudicar a su carácter, aguanta y aguanta los golpes que le dan hasta que un día se cansa. Quiso ser encerrado por la Ruta 28, en Formosa, quiso ser conducido por donde los hombres querían, mediante canales y callejones de agua; quiso ser controlado, circunscrito, amojonado, medido, controlado... Pero como una persona, un día se cansó, se fue por otro lado. Como el tigre de sus montes al acecho, espera el descuido de su víctima para dar el próximo zarpazo. Hoy el dique de la ruta 28 está seco, hoy los peces no crecen en los bañados de Formosa, sino en los nuevos bañados de Paraguay. Hoy los campos productivos de capital del sur se secan y los desmontes del norte se inundan sin control. Hoy los hijos de la gente que sabía vivir con sus cambios, sufre las consecuencias de su sedentarización forzada por la imagen de “un mundo mejor” representada por pueblos y ciudades circunvaladas de muros para protegerse de sus embestidas inesperadas, aterrorizando a sus habitantes y destronando a quienes quieren adueñarse de su naturaleza con políticas y prácticas insensatas.

Recuerdo, casi como un símbolo de los tiempos, las palabras de un gran líder indígena, en una reunión de técnicos y políticos que debían definir los rumbos de la ComisiónTrinacional. Eran finales del siglo XX. Bilardino, su nombre, pidió encarecidamente que hicieran algo, que estaban cansados de mudarse porque el río comía vez tras vez sus casas, sus cercos y plantíos, sus animales. Símbolo de los tiempos que señalan el temerario error de la colonización occidental iniciada a principios del mismo siglo, que ha cambiado el coraje de acompañar en su paso al río, por el pavor de vivir enclavado a su lado.

Veinte mil años de cambios y transformaciones han querido ser controlados en apenas cuarenta años de proyectos e ingeniería; convirtiendo sus riquezas en dinero y su carácter díscolo en negocios. El Pilcomayo tiene cada vez menos peces. Se ha mudado temporariamente al Norte (a Paraguay) para volver, en cualquier momento, al Sur, por caminos insólitos, arrasándolo todo a su paso, como hoy arrasa todo en el Norte.

Sin embargo, no todo es imprevisible. Nadie puede decir que no lo conoce, si ha caminado a su lado. Su huella seca está marcada en el territorio y nos alerta, como la huella del tigre que nos inquieta al verla fresca en nuestro camino. Ha dejado señales para que las podamos leer con sensatez. Sabemos por donde irá, mañana o pasado; por donde decidirá, como una persona, encaminar su paso. Es solo cuestión de tiempo. Saber qué hacer es sólo cuestión de sentido común; común al haber convivido con él y al haber sabido leer las señales.

Este sentido común se construye día a día, al observar su caminar y caminando a su lado. Cada año transforma la realidad. Cada año necesitamos conocer, palpar, vivir esta transformación para poder acompañar su paso. Después de cada creciente amanece una nueva luz sobre su andar; nuevos rumbos se atisban en el horizonte. La forma y extensión de las huellas que va dejando nos da indicios del camino que tomará en su próximo embate. Como el predador que conoce la maña de su presa, necesitamos conocer las costumbres del Pilcomayo. La única forma es estar a su lado y escuchar sus palabras, las palabras de su gente, de sus aves, de sus peces, de sus bosques y praderas, de sus insectos, de sus arenas, de sus aguas.

La tecnología nos ayuda, pero no resuelve el misterio ni neutraliza la magia de sus argucias. Los viajes nos permiten conocer y, si tenemos sentido común (común a él) podemos incluso escuchar sus palabras, entender sus señales. La mirada lejana, desde lo alto, y la vivencia cercana, desde sus tierras, se conjugan en nuevas formas de conocerlo y de planificar nuestra vida a su lado, con sus transformaciones inextinguibles y su maravillosa manera de cambiar paisajes y potenciar las posibilidades de vivir de un modo diferente a las formas estipuladas por los límites internacionales, el sedentarismo impuesto por mensuras y propiedades privadas, las costumbres ajenas y lejanas, y las políticas hídricas que olvidan que el río (lo hídrico) es sólo una parte de la geografía, una parte que la estructura en torno a él, a su movimiento, la transforma y le da vida permanentemente.

 Luis María de la Cruz